Hay una base común a la hora de planificar un examen, sea tipo test o de desarrollo. Y es que las pautas que te voy a presentar no están planteadas para que seas un buen estudiante o aprender al máximo, sino que han sido pensadas para aprobar o sacar buenas notas en los exámenes. Es como la preparación del deportista para la competición.
No entramos a valorar lo que es justo o no, o cómo creemos que debería ser, simplemente analizamos el modelo que hay, y teniendo en cuenta la misión principal al hacer un examen, aprobar, tratamos de adaptarnos e incluso de beneficiarnos del sistema (en mi caso, siempre dentro de la legalidad).
Las 9 claves que a mí me han funcionado muy bien son:
- Repasa muchos exámenes de otros años. Consigues varias cosas, como ver qué consideran ellos más importante, entrenarte y medirte, e incluso en algunos casos repiten preguntas.
- Mide tu intuición a la hora de arriesgar. Lo que yo hacía al repasar en casa exámenes de otros años, es que cuando dudaba de una pregunta la respondía pero la señalaba con un punto o con dos cuando dudaba mucho. Luego, al corregir evaluaba si en esta materia me salía rentable arriesgar o no.
- Calcula cuántas respuestas contestas en función de tu objetivo prioritario, para no arriesgar a lo tonto. Por ejemplo, como de normal mi objetivo era aprobar, en los exámenes de 30 preguntas y de 3 alternativas, teniendo en cuenta que por cada 2 respuestas mal quitaban una buena, contestaba o 30 (así podía fallar 10), o 27 (podía fallar 8), o 24 (podía fallar 6), o 21 (podía fallar 4), o 18 (podía fallar 2). Es cierto que si anulaban alguna pregunta se descuadra este planteamiento, pero creo que es un riesgo que merece la pena asumir.
- Arriesgar más o menos en función del nº de alternativas. El principio de corrección que acostumbran a utilizar está en función del nº de alternativas, y suele ser que si el examen es de 3 alternativas por cada 2 mal te quitan una buena, si es de 4 alternativas es por cada 3 mal, o si es de verdadero falso por cada una mal te quitan una buena. Sabiendo esto la regla general es sencilla, en los exámenes de más alternativas, siempre y cuando consigamos descartar al menos una alternativa, lo más rentable suele ser arriesgar (aunque esto dependerá de otros factores también, como por ejemplo mi intuición practicada, el nº de respuestas que quiero responder, …)
- Aplicar la “teoría de descartes”. Más que tratar de buscar la opción correcta, ir descartando posibilidades, por eliminación. Luego, con las opciones que te quedan, decide cuál crees que es la mejor. Ojo!! Mucha atención en los detalles, ya que te dan pistas que te pueden ayudar a descartar o a elegir una alternativa. Nunca respondas una alternativa sin haber valorado en profundidad el resto.
- Revisa que has pasado bien tus respuestas a la hoja de lectura óptica. Aunque no te apetezca porque estás muy cansado, merece la pena el último esfuerzo ya que es terrible cuando compruebas que una pregunta que te has estudiado y te sabes la pierdes y encima te cuenta como fallo.
- Anota tus respuestas en un folio para llevártelo a casa, siempre y cuando quieras conocer los resultados antes de que lo publiquen en la secretaría virtual. Puede haber una diferencia de hasta un par de semanas desde que publican las plantillas hasta que sacan las notas.
- Cuando estudies, trata de asumir el rol del profesor que prepara el examen. Habiendo visto muchos exámenes de esa asignatura te puedes fijar si acostumbra a preguntar por ejemplo por fechas, autores, temas o asuntos en especial, o por las enumeraciones.
- Consigue o elabora preguntas de exámenes por temas. Si no hay de otros años, podéis hacer un grupo de trabajo y cada uno encargaros de unos temas en concreto y luego compartirlos. Ayuda mucho tenerlo separado por temas porque cuando repasas uno, puedes comprobar cómo lo has asimilado y en qué se fijan más en concreto.
Escrito y publicado en el blog de: Fabian Villena
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