Representantes del mundo de la política y la economía en el Día de la UNED. |
¿Tenéis muchos amigos en Xàtiva?", pregunta a la clase el profesor de Inglés que acaba de tomar el relevo a la de Economía y a la espera de que el de Matemáticas, vía vídeoconferencia, ponga un ejercicio de ecuaciones. "Os voy a enseñar las diferencias entre "some" y "any", añade anotando en la pizarra electrónica. Y allá va.
En primera fila atiende Alfonso Rus, presidente de la Diputación de Valencia, custodiado por las alcaldesas de Ontinyent y Alzira, Lina Insa y Elena Bastidas o el diputado de Cultura, Salvador Enguix. Más atrás, la ex consellera Alicia de Miguel sugiere datos para el ejercicio. La portavoz del Consell, Palau Sánchez de León, mira, como también lo hacen los concejales socialistas Ana Noguera y Juan Soto, o el diputado provincial y líder de la oposición, Rafael Rubio. La Secretaria General de la Cámara de Comercio, Ana Encabo, espera al examen para preguntar si se puede copiar. Y es que, todos han vuelto a clase
Esto es un día en la Universidad Nacional de Educación a Distancia "Francisco Tomás y Valiente" (UNED), el día que conmemora su propio da y que cada año celebra el 31 de marzo.
Y en esta ocasión, al margen de otras actividades lúdicas, la idea era mostrar a representantes de la vida política, cultural y económica valenciana cómo funciona la Universidad Nacional de Educación a Distancia "Francisco Tomás y Valiente", un ente académico que cuenta en su sede de Valencia con más de diez mil alumnos, repartidos por sus cinco sedes-Alzira, Gandia, Ontinyent, Sagunto o Xàtiva- y ofrece casi una treintena de títulos universitarios.
Así que todos, sin excepción, tuvieron que cumplir todas las reglas: tomar turno, recoger la documentación, rellenar los datos, pasar por Secretaría, elegir carrera, regresar a la biblioteca, presenciar la charla de recepción, asistir a clase y pasar por tutoría. Todos fueron muy ordenados. Es más, en algunos momentos hasta los comentarios parecían retrocederlos a épocas pasadas. Iban como verdaderos alumnos. Y atendían como los primeros.
Al menos fue una forma de mostrar el trabajo que desarrolla este centro que posibilita un salto al conocimiento desde 1978 y que, como recordaba su director, Javier Paniagua, apenas cuesta 367 euros por alumno frente a los 3.600 de la Politécnica de Madrid.
Al final, examen. Era lo lógico. Cada uno, su especialidad. Hubo que presentar el carnet para acceder y ocupar la plaza designada. "Apaguen sus teléfonos. Nada de copiar, ni hablar", recordó Javier Varela, profesor y director del MuVIM desde el estrado. Todos fueron muy aplicados. No hubo suspensos y sí un diploma para cada uno. Aprendieron algo más. En este caso cómo funciona la UNED.
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